Toda transformación exige como condición previa el fin del mundo, el colapso de una antigua filosofía de vida
Toda transformación profunda exige perder algo: una forma de vida, una vieja imagen de uno mismo, para así dar lugar a lo nuevo.
Miriam El Faiq


Toda transformación empieza con un fin. No el fin del mundo exterior, sino el fin de una forma de ver la vida, de entendernos a nosotros mismos. Cambiar de verdad implica dejar atrás algo importante : ideas, creencias y sobre todo, esa imagen ideal que tenemos de nosotros mismos y que, muchas veces, ya no nos representa.
Queremos cambiar, pero sin perder nada. Sin embargo, todo cambio real implica una pérdida. Hay que soltar, y soltar duele. Aunque estemos sufriendo, a veces nos cuesta salir de ese lugar porque, de alguna manera, también nos da algo : identidad, pertenencia, incluso la sensación de ser queridos o tener un propósito.
Muchas veces nos aferramos al dolor porque nos resulta familiar. Es incómodo, pero conocido. Nos da cierta seguridad, una especie de refugio en medio del caos. Por eso, transformar no es sólo dejar atrás personas o situaciones, sino también dejar de desear como lo hacíamos antes. Soltar esas historias que nos contábamos, esas fantasías que organizaban nuestro deseo.
Cambiar de verdad implica empezar a desear por uno mismo, no por lo que otros esperan de nosotros. No es que algunos puedan y otros no. Es que pocos están dispuestos a soltar lo viejo para darle espacio a lo nuevo.
Y eso es lo que más cuesta : perder. Pero también es lo que permite crecer. Porque perder no sólo duele, también impulsa.
Soy Miriam El Faiq, terapeuta especializada en acompañar procesos de transformación emocional profunda. Mi enfoque se basa en crear un espacio seguro para que puedas escuchar tu síntoma, entender su mensaje y reconectar con el sentido de tu malestar. Te invito a conocer más sobre mi trabajo y acompañamiento en: www.miriamelfaiq.com


Sobre mí
info@miriamelfaiq.es
