Estaba huyendo de mí mismo. Y lo peor de huir de uno mismo, es que no había ningún lugar en el que poder esconderse.
Huir de uno mismo solo aplaza el encuentro con lo que más duele; integrar nuestras sombras es el primer paso hacia una vida más auténtica.
Miriam El Faiq


El acto de huir de uno mismo puede entenderse como un intento de evitar enfrentarnos con esas partes de nosotros mismos que no queremos ver : deseos y emociones que consideramos inaceptables e incluso dolorosos.
No es sólo una cuestión de evitar lo desagradable o doloroso, sino una estrategia defensiva para protegernos de enfrentar la contradicción interna que sentimos entre lo que somos y lo que creemos que debemos ser.
Este conflicto interno puede generar un profundo malestar emocional que nos lleva a seguir buscando soluciones externas:
Distracción constante, adicción a sustancias, procrastinación, perfeccionismo, trabajo excesivo o “workaholism”, relaciones disfunciconales o codependencia, fuga de la realidad a través de la fantasía, búsqueda constante de aprobación externa, escape hacia el control excesivo de la vida cotidiana…
El desafío, es volver a conectar con esos aspectos de nosotros mismos que, por alguna razón, no queremos reconocer o aceptar.
Cuando logramos integrar esos aspectos de nuestra personalidad, incluso los más oscuros o complicados, podemos empezar a vivir de una forma más auténtica, actuando según nuestros deseos y necesidades reales, en lugar de huir de ellos.
Soy Miriam El Faiq, terapeuta especializada en acompañar procesos de transformación emocional profunda. Mi enfoque se basa en crear un espacio seguro para que puedas escuchar tu síntoma, entender su mensaje y reconectar con el sentido de tu malestar. Te invito a conocer más sobre mi trabajo y acompañamiento en: www.miriamelfaiq.com


Sobre mí
info@miriamelfaiq.es
