Cuanto más perfecto luzca uno por fuera, más demonios tiene por dentro
La perfección suele ser una máscara que oculta inseguridad, dolor y miedo al rechazo.
Miriam El Faiq


La perfección externa como máscara.
La cultura actual valora la apariencia física impecable, el éxito profesional y la vida de ensueño que se muestra en las redes sociales. Para mantener esta imagen, muchas personas invierten tiempo y energía en controlar su entorno, sus comportamientos y cómo les perciben los demás. Esta corrección superficial actúa como una máscara que oculta aspectos vulnerables o conflictivos del yo.
Cuanto más cuidada y sin fisuras sea esa máscara, mayor es la presión interna para sostenerla, y por tanto, más intensa puede ser la lucha con los demonios internos, ya que las personas que parecen perfectas pueden estar usando esa imagen para compensar una falta de seguridad interior.
A veces, la búsqueda de la perfección puede ser una forma de idealizar la realidad y huir de las dificultades.
Todo ello puede estar relacionado con : miedo al rechazo, baja autoestima, dudas sobre el propio valor que no se expresan abiertamente. Traumas pasados, rencores, tensiones familiares o sentimentales que se mantienen latentes. También ira, tristeza, ansiedad o culpa que no encuentran un cauce saludable de expresión.
Cuanto más se intenta ocultar algo, más atención recibe internamente.
Soy Miriam El Faiq, terapeuta especializada en acompañar procesos de transformación emocional profunda. Mi enfoque se basa en crear un espacio seguro para que puedas escuchar tu síntoma, entender su mensaje y reconectar con el sentido de tu malestar. Te invito a conocer más sobre mi trabajo y acompañamiento en: www.miriamelfaiq.com


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